En pleno corazón del barrio Malasaña, cuna de la movida cultural madrileña, se erige un espacio dedicado a las artes que supo atravesar la barrera del tiempo. El sitio que ocupa hoy El 5 de Velarde nació en los años 90´ como una santería de lectura de café regentada por dos argentinos que se dedicaban al arte esotérico.
En 2010 la gestión del espacio decide ceder el local al proyecto de Teatro Lírico de Muñecas, de Matías Zanotti y Soledad Oviedo. Un proyecto que había migrado desde la ciudad de Córdoba, Argentina, a Madrid en el año 2005 y que empezaba a captar la atención europea por su apuesta de creación.
A partir de ese entonces, El 5 de Velarde se transformó en un espacio de creación, maquetación, taller de construcción de vestuarios y espectáculos.

En invierno de 2011 el frío en Madrid azotaba las calles con una lluvia persistente. Matías y Soledad, que en ese entonces también se dedicaban al teatro callejero, fueron empujados al bajo techo impidiendo continuar con su trabajo al aire libre. Una tarde de enero, sin más que la decisión de seguir actuando, Matías repensó el espacio donde se alojaba el Teatro Lírico de Muñecas:
¿Y si actuaban en el escaparate? ¿Y si el vidrio permitía alejarlos del viento y el frío y habilitaba otra lógica?
Así se inauguró un nuevo espacio (y una nueva forma de hacer) dentro de El 5 de Velarde con una personalidad propia y con una dinámica teatral que tensionaba lo público y lo privado. Las actuaciones de Matías Zanotti en el escaparate de El 5 de Velarde fueron un antes y después en el barrio y en la calle de Malasaña, que sentaron un precedente en una nueva forma de representación.